lunes, 14 de mayo de 2018

Teoría política de moda

“Venciendo a las masas por el respeto a la libertad de expresión”.


En una sociedad existen cientos de normas éticas, leyes, valores y/o costumbres que hacen de ella, una comunidad segura para todos, forjada desde antaño por los mejores pensamientos de lo que ésta debe ser, no solo por estadistas y sabios sino por poetas, teólogos y demás.
Sin embargo, la estructura que se alcanzó a través de años de evolución, de idealización, de pensamiento colectivo, de discusiones en los diferentes congresos de cada nación con argumentación profunda; empieza a ser derrumbada con una metodología infalible, una que cada día cobra más importancia y se impone sin que nadie lo note, deteriorando todo aquello que alguna vez se creyó correcto, en aras del bien común.  
La fracturación sistemática de la sociedad inicia con el ruido, la contienda, el debate, la publicación continua hasta que llegue el cansancio, y con el paso del tiempo, ya nadie discuta, se enoje, o se oponga; el objetivo es lograr un “exceso de tolerancia”, lo cual es usado por aquellos que desean imponer sus ideologías sobre las masas a través de la “Ventana de Overton”; teoría política que inicia su corolario con la ayuda de quienes se adhieren a su idea de fracturar los cimientos de la sociedad llamando intolerantes o ignorantes a quienes se oponen a su premisa, que por más retrograda que parezca, siempre resulta siendo aceptada finalmente  acallando a sus opositores con dichos calificativos.
El segundo paso para causar división, es el de lograr una cobertura de medios que haga popular la propuesta y presentarla con eufemismos, adornada de tal manera que la haga más aceptable por parte del público, hasta graciosa si es posible; propuesta que, poco a poco va venciendo a las masas por el respeto a la libertad de expresión, y así, los planeadores logran pasar de lo impensable a lo radical, después, de lo radical a lo aceptable, luego, de lo aceptable a lo sensato, de lo sensato a lo popular y de lo popular a lo políticamente legalizable o viable.  Con esta serie de pasos logran imponer su voluntad sin que la gente del común se dé cuenta de que en realidad está siendo manipulada.  
Consideremos un hecho histórico para dar un ejemplo de todo lo anterior: quizá en un primer momento, la sola idea de asesinar a millones de seres humanos por su raza o credo era totalmente descabellada, pero… ¿Qué fue lo que pasó para que finalmente esa ideología fuera generalmente aceptada en la época del Nazismo y llevada a cabo sin oposición racional de la fuerza militar o de la población en general?  Conviene entonces investigar y saber todo sobre dicha teoría, para evitar que en medio de nuestras realidades se conciba, se fracture, se divida y luego entonces, se acepte lo humanamente inverosímil.

martes, 9 de enero de 2018

INTELIGENCIA SOCIAL


Sentarse a discernir sobre la realidad de nuestro país debe ser una de las cosas que hace cada colombiano, cada día; y más después de la última reforma tributaria, que nos puso a pagar más impuestos con menos dinero en el bolsillo porque el aumento salarial de este año, sinceramente es opresivo y deprimente.

¿Cómo cambiar la historia? ¿Cómo lograr que los próximos senadores que suban no hagan lo mismo de siempre?       
O al menos lo que presuntamente pensamos que hacen: “confabularse con otros para desangrar las arcas de la nación de algún modo” (COLUSIÓN). ¿No?

Sí bueno, tal vez algunos colombianos antes, en otrora, pensaban muy mal de los honorables congresistas pero, después de los últimos escándalos como el del “cartel de la toga, Odebrecht, los sobre costos en la refinería de Cartagena, las pechugas más caras del mundo, los recobros al Fosiga, la desaparición enigmática de los fondos de pensión, cafeteros, vivienda, educación; la pérdida de una porción del mar caribe”, etc, etc, etc, creo que ahora son todos los colombianos los que deben pensar igualmente mal de cada uno de los miembros de los partidos tradicionales que han legislado en los últimos años, porque claro, como son mayoría en el congreso, todo se aprueba.  Y más aún cuando se considera que lo han hecho en contra del pueblo a cambio de coimas…

No es comprensible que hayan subido de precio todo lo que humanamente el pueblo necesita y depende de ello para poder sostener su estilo de vida, el estrato social en el que vive, y sus necesidades básicas cubiertas mínimamente; además de ello, han ajustado leyes para oprimir más al colombiano y colombiana con multas por todos lados, por un lado está un código de tránsito coercitivo y por el otro el de policía que es peor aún.  Todo lo quieren convertir en más dinero para sacar partidas más grandes. 

Está claro que este congreso desea oprimir al pueblo con menos salario y un costo de vida tan elevado que poco a poco la clase media pase a ser pobre en extremo.

Pensemos ahora, además de tolo lo anterior, en los costos incorporados a las licencias de conducción y Soat, quedaron abismalmente lejos de la capacidad de endeudamiento de un padre de familia de clase media.  Eso sin hablar de los comparendos, multas e impuestos que están tres mil metros arriba de las nubes.  Cada día hay más peajes, la gasolina jamás baja de precio, ni siquiera porque Colombia la produzca, ahora la refine, la distribuya, la venda, y la exporte. 

¡Ah pero ese es el país que muchos han vendido por $ 20.000 ó 30.000 pesitos a la hora de elegir!
Claro que no son todos los colombianos de bien los que hacen eso, son unos cuantos miles no más de entre 47’000.000 más o menos; lástima que más del 50% de los hombres y mujeres de bien, que no hacen semejante acto de inmoralidad, no votan.  Y no votan porque simplemente la política da asco. 
Bueno, yo los entiendo.  Sin embargo, LA SOLUCIÓN A TODO LO ANTERIOR NO ES NO VOTAR; ES LO CONTRARIO, ES ELEGIR DE MANERA LIBRE Y A CONSCIENCIA A QUIENES NO TENGAN DEUDAS BUROCRÁTICAS PENDIENTES.

Algún día tal vez, ese casi 60% de buenos colombianos de paz y bien, con un intelecto muy elevado, lo puedo asegurar, que a lo mejor ya están cansados de tanta mermelada y corrupción, decidan votar masivamente. 

Ojo… No por un rufián que les pida su voto de confianza, sino por alguien elegido al azar, bueno no tan al azar, no queremos otro títere de alguien más poderoso; hay que mirar bien que no esté entre las cuentas de la burguesía, que sea inteligente pero no de un partido tradicional, no señor. 

Para acabar con la corrupción rampante de este país hay que empezar a darle el voto al que menos se lo espere, elegir una lista de las minorías, a un partido pequeño, bueno, juicioso y de conducta transparente, y de esa lista de las minorías, escoger al candidato favorito o el nombre que mejor le parezca.  Al menos por una vez en la vida hay que asumir una postura digna, y dejar a los demás partidos con los crespos hechos —como se dice popularmente—.  Es fácil, ahora tenemos internet y desde allí podemos ver a toooooodos los candidatos.  ¡Olvídense de los medios tradicionales manipulados por los mismos seres de antaño!
Con ello, el mensaje quedará muy claro en las mentes de los ladrones de cuello blanco: Si legislan en contra del pueblo que los eligió, serán vetados de por vida.  Que entiendan que ya no podrán ganar comprando votos, sino que será una lotería dada por la consciencia ciudadana, la consciencia colectiva, una de la que se dice: “es la voz del pueblo, y por ende, es la voz de Dios”.

Los invito a bajar del pedestal a los que nos han usado, se han burlado de nuestra bondad e inocencia política y nos han robado de frente, para que les quede claro que hay que portarse bien, o adiós a su silla, pensión vitalicia, carro blindado, escoltas, y quien sabe qué más excentricidades (a parte de su salario de más de 27 millones de pesos mensuales).

Bueno, ahí les dejo mi reflexión.  Espero de verdad que esta iniciativa sea parte de la cura para la corrupción, o al menos para el egocentrismo de muchos engreídos (políticos). 

Las familias que siempre han sido los que manejan a los medios de comunicación a su antojo, quedarían bastante sorprendidas si el pueblo se une al menos por una vez para no seguirles el juego maquiavélico, el carrusel de contratación, el de nombramientos en las altas esferas mientras los pobres mueren de hambre o en los pasillos de alguna IPS.

Que gasten en publicidad todo lo que se les dé la gana… ¡no los elijan!  

Hay que darse cuenta de que quien más suena en los medios, es el que más tendrá que ajustar cuentas con el bolsillo de todos los colombianos al final del proceso. No lo permitamos más.  Que paguen con su propio capital una vez se quemen en las urnas.

…porque deseamos una Colombia justa para todos, no solo para ellos: los corruptos.

¡NO MÁS ELECCIONES DE MUERTOS DE HAMBRE! —Hace varios años escribí ése artículo.

SOLO ESPERO QUE LA HISTORIA ESTA VEZ, NO SE REPITA UNA VEZ MÁS.

Ahora, para los que no sepan cuál es el Partido Político de las minorías en Colombia que siempre aparece en el primer puesto por transparencia en sus procesos de rendición de cuentas, les invito cordialmente a investigar.  Lo importante es votar bien.  El voto en blanco era una posibilidad que antes se contemplaba, pero de ganar con él, solo nos costaría más dinero a nosotros mismos, los contribuyentes; y eso significa: más impuestos.  Entonces la solución mágica es entregarle el poder legislativo a un partido de las minorías de modo que éste legisle con justicia a través de un mensaje contundente en las urnas.

¿Cuando será que premiaremos a los justos y castigaremos a los corruptos?   Yo espero que en 2.018.


¡COMPARTE!