Sentarse a discernir sobre la
realidad de nuestro país debe ser una de las cosas que hace cada colombiano,
cada día; y más después de la última reforma tributaria, que nos puso a pagar
más impuestos con menos dinero en el bolsillo porque el aumento salarial de
este año, sinceramente es opresivo y deprimente.
¿Cómo cambiar la historia? ¿Cómo
lograr que los próximos senadores que suban no hagan lo mismo de siempre?
O al menos lo que presuntamente
pensamos que hacen: “confabularse con
otros para desangrar las arcas de la nación de algún modo” (COLUSIÓN). ¿No?
Sí bueno, tal vez algunos colombianos
antes, en otrora, pensaban muy mal de los honorables congresistas pero, después
de los últimos escándalos como el del “cartel
de la toga, Odebrecht, los sobre
costos en la refinería de Cartagena, las pechugas más caras del mundo, los
recobros al Fosiga, la desaparición enigmática de los fondos de pensión,
cafeteros, vivienda, educación; la pérdida de una porción del mar caribe”, etc, etc, etc, creo que ahora son todos
los colombianos los que deben pensar igualmente mal de cada uno de los miembros de
los partidos tradicionales que han legislado en los últimos años, porque claro,
como son mayoría en el congreso, todo se aprueba. Y más aún cuando se considera que lo han
hecho en contra del pueblo a cambio de coimas…
No es comprensible que hayan
subido de precio todo lo que humanamente el pueblo necesita y depende de ello
para poder sostener su estilo de vida, el estrato social en el que vive, y sus
necesidades básicas cubiertas mínimamente; además de ello, han ajustado leyes
para oprimir más al colombiano y colombiana con multas por todos lados, por un
lado está un código de tránsito coercitivo y por el otro el de policía que es
peor aún. Todo lo quieren convertir en
más dinero para sacar partidas más grandes.
Está claro que este congreso
desea oprimir al pueblo con menos salario y un costo de vida tan elevado que
poco a poco la clase media pase a ser pobre en extremo.
Pensemos ahora, además de tolo lo
anterior, en los costos incorporados a las licencias de conducción y Soat, quedaron
abismalmente lejos de la capacidad de endeudamiento de un padre de familia de
clase media. Eso sin hablar de los
comparendos, multas e impuestos que están tres mil metros arriba de las nubes. Cada día hay más peajes, la gasolina jamás
baja de precio, ni siquiera porque Colombia la produzca, ahora la refine, la
distribuya, la venda, y la exporte.
¡Ah pero ese es el país que muchos
han vendido por $ 20.000 ó 30.000 pesitos a la hora de elegir!
Claro que no son todos los
colombianos de bien los que hacen eso, son unos cuantos miles no más de entre
47’000.000 más o menos; lástima que más del 50% de los hombres y mujeres de
bien, que no hacen semejante acto de inmoralidad, no votan. Y no votan porque simplemente la política da
asco.
Bueno, yo los entiendo. Sin embargo, LA SOLUCIÓN A TODO LO ANTERIOR NO
ES NO VOTAR; ES LO CONTRARIO, ES ELEGIR DE MANERA LIBRE Y A CONSCIENCIA A
QUIENES NO TENGAN DEUDAS BUROCRÁTICAS PENDIENTES.
Algún día tal vez, ese casi 60%
de buenos colombianos de paz y bien, con un intelecto muy elevado, lo puedo
asegurar, que a lo mejor ya están cansados de tanta mermelada y corrupción,
decidan votar masivamente.
Ojo… No por un rufián que les
pida su voto de confianza, sino por alguien elegido al azar, bueno no tan al
azar, no queremos otro títere de alguien más poderoso; hay que mirar bien que
no esté entre las cuentas de la burguesía, que sea inteligente pero no de un
partido tradicional, no señor.
Para acabar con la corrupción rampante
de este país hay que empezar a darle el voto al que menos se lo espere, elegir
una lista de las minorías, a un partido pequeño, bueno, juicioso y de conducta
transparente, y de esa lista de las minorías, escoger al candidato favorito o el nombre que mejor le parezca. Al menos por una vez en la vida hay que asumir
una postura digna, y dejar a los demás partidos con los crespos hechos —como se dice
popularmente—. Es fácil, ahora tenemos internet y desde allí
podemos ver a toooooodos los candidatos. ¡Olvídense
de los medios tradicionales manipulados por los mismos seres de antaño!
Con ello, el mensaje quedará muy
claro en las mentes de los ladrones de cuello blanco: Si legislan en contra del
pueblo que los eligió, serán vetados de por vida. Que entiendan que ya no podrán ganar
comprando votos, sino que será una lotería dada por la consciencia ciudadana,
la consciencia colectiva, una de la que se dice: “es la voz del pueblo, y por ende, es la voz de Dios”.
Los invito a bajar del pedestal a
los que nos han usado, se han burlado de nuestra bondad e inocencia política y
nos han robado de frente, para que les quede claro que hay que portarse bien, o adiós
a su silla, pensión vitalicia, carro blindado, escoltas, y quien sabe qué más
excentricidades (a parte de su salario de más de 27 millones de pesos mensuales).
Bueno, ahí les dejo mi reflexión. Espero de verdad que esta iniciativa sea parte de la cura para la corrupción, o al menos para el egocentrismo de
muchos engreídos (políticos).
Las familias que siempre han sido
los que manejan a los medios de comunicación a su antojo, quedarían bastante
sorprendidas si el pueblo se une al menos por una vez para no seguirles el
juego maquiavélico, el carrusel de contratación, el de nombramientos en las altas
esferas mientras los pobres mueren de hambre o en los pasillos de alguna IPS.
Que gasten en publicidad todo lo
que se les dé la gana… ¡no los elijan!
Hay que darse cuenta de que quien más
suena en los medios, es el que más tendrá que ajustar cuentas con el bolsillo
de todos los colombianos al final del proceso. No lo permitamos más. Que paguen con su propio capital una vez se
quemen en las urnas.
…porque deseamos una Colombia justa para todos, no solo para ellos: los
corruptos.
¡NO MÁS ELECCIONES DE MUERTOS DE HAMBRE! —Hace varios años escribí ése artículo.
SOLO ESPERO QUE LA HISTORIA ESTA
VEZ, NO SE REPITA UNA VEZ MÁS.
¿Cuando será que premiaremos a los justos y castigaremos a los corruptos? Yo espero que en 2.018.
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