martes, 25 de julio de 2017

Embarazo adolescente


Durante el año 2.016 se presentaron en Colombia 641.493 embarazos, de los cuales 5.503 partos, fueron practicados en niñas cuyas edades oscilan entre los 10 años y los 14; y 128.951  más de ellos, se llevaron a cabo en madres adolescentes entre 15 y 19 años de edad, según el DANE con fecha de corte a 30 de marzo de 2.017, el más reciente.  En otras palabras: el 20% de los nacidos vivos de nuestra nación, son bebes que vinieron al mundo a través de jovencitas que en muchos de esos casos aún no han llegado ni siquiera a noveno grado de escolaridad, niñas que a lo mejor, ya no podrían ni siquiera llegar a culminar su grado 11 de la media vocacional o acceder a la universidad debido a sus obligaciones de madre.

Aunque hubo una reducción en el total de la tasa de natalidad anual del 2,8% entre el 2.015 y 2.016, con un 8,8% menos de frecuencia entre las niñas de 10 a 14 años y un 5% menos entre las de 15 a 19, esos datos aún resultan insignificantes ya que la media en la última década está en 6.410 y 148.711 nacimientos respectivamente.  Lo que debería llevar a los entes de control de natalidad, las EPS, organizaciones gubernamentales y fundaciones a las que corresponda dicha función, a preguntarse: ¿qué es lo que no está funcionando en términos de la educación, el entorno social y cultural, y los programas de prevención de embarazos entre niños, niñas, jóvenes y adolescentes del país?  De modo que de ese estudio se revalúen las posturas anteriores o paradigmas pasados y que hasta ahora, “siguen siendo solo paños de agua tibia”.  Este patrón debe ser cambiado con una nueva pedagogía que evite el desafortunado fenómeno que se está viviendo aún hasta el momento con grandes índices de ineficacia programática en prevención del embarazo en niñas menores de 14 que es lo más grave; lo ideal sería que, al menos en este sector de la población nacional fuese de cero.

¿Cómo debería ser abordado el tema y los planes de acción a futuro para mitigar esa tendencia que no decae significativamente? Esa es la gran pregunta que deben hacerse los grandes sociólogos de la república, comenzando en los departamentos con mayor población en Colombia, porque lo hecho hasta ahora no ha dado resultados dignos de ser resaltados.


Es inconcebible que siga sucediendo dicho fenómeno, en un país que anhela erradicar la pobreza extrema, pero que al final se queda muy corto en evitar que las nuevas generaciones se condenen por si mismas a quedarse en ella, estancadas, a través de concepciones quizá prematuras de lo que es el sexo, la fecundación, y la familia, sin hablarles aún en primera estancia de las inmensas responsabilidades a que conlleva su conducta en ese sentido.

Fuente: Publicado el 24 de Junio en el semanario EL TABLOIDE, Sección de Opinión, página 11.
Columnista: Juan Carlos Sanchez Mondragón.

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