lunes, 14 de febrero de 2022

Después del Covid19

Nada será igual que antes, ante nosotros hay nuevos retos, nuevas metas, muchos anhelos por conquistar, sueños por alcanzar, una nueva visión por trazar, entre muchas otras cosas; la confianza hoy cobra un nuevo sentido, un nuevo significado, un nuevo compromiso, nuevas posturas, responsabilidades, pensamientos y reflexiones, y decenas más de otras formas de comportarse en la vida social.

En los últimos 2 años de pandemia cerca de 1500 colegios privados desaparecieron o cerraron sus puertas porque se encontraron con una crisis financiera que nadie calculó, que si bien la mayoría pudo afrontar, y salir adelante con planes sacados del sombrero, los que aún están en pie de lucha, lo hicieron con coraje a costa de grandes pasivos por poner al día en 2022, y a pesar de todo, el Estado los ha olvidado por completo.  Se olvidaron de que este sector es su mejor aliado para construir tejido humano, social, empresarial y laboral.

Esto aún no termina, el covid19 sigue ahí, latente, implacable, mortal; pero la vida sigue aunque unos pocos deseen que el tiempo se detenga y se regresa, y que todo esto que pasó, jamás hubiese sucedido... Empero pasó... y nosotros debemos obligatoriamente proseguir con nuestras formas y estilos de vida dentro de las posibilidades que se puedan, mientras haya lugar para hacerlo.  Algunos con el corazón hecho pedazos por la perdida de seres queridos, mientras que otros aún siguen sin creer que sea real.

Por delante tenemos la oportunidad de servir mejor a los demás, de comprenderlos mejor, de persistir en lo mejor que sabemos hacer, de brillar hasta que Dios diga que se acabó... no podríamos hacer menos.

En nombre de todos los que se fueron, cada quien debe buscar la manera de ser un mejor ser humano, un mejor padre, madre, hijo o hija, mejor vecino, amigo, colega, profesional, artista, estudiante, maestro, etc.  Si aprendiste algo de todo lo vivido en estos dos últimos años, no podrías hacer menos.

Si alguna vez fuiste un padre ausente, intenta no darte ese lujo, porque el Covid19 nos ha enseñado con total crudeza que en cualquier momento llega el turno de morir y los abrazos que no hayas dado, ya no los podrías dar.  Es hora de ser lo que nunca fuiste.

Si andas distraído de la vida que te rodea, es hora de levantar la cabeza, mirar a tu alrededor y caer en cuenta de que el mundo te necesita y puedes hacer las cosas mucho mejor, cosas que nunca hiciste antes, cosas simples tales como sonreír a quien espera que levantes la cabeza para saludarte, cosas como darle la mano al niño que se cae justo a tu lado, y tantas otras cosas que podrías hacer con tan solo levantar la mirada lejos de esa diminuta pantalla de tu celular.



¡Ánimo!  Para sentirte vivo no necesitas perderte, embriagarte, bailar y cantar cada fin de semana, solo requieres de un mínimo de atención a lo que sucede en tu contexto inmediato e involucrarte.