miércoles, 13 de enero de 2016

LA MUJER


El ser más sorprendente de la creación, quien puede edificar su hogar de manera sencilla a través de su virtud, quien al hombre hace feliz sin límite alguno y de quien aprendemos el valor de la entrega, del amor; pero también el valor de la vida pues es de ella de quien proviene el milagro de nacer, y desde ese mismo instante se esfuerza día a día, las 24 horas, hasta el fin de su existencia para que a sus hijos jamás les falte cosa alguna… dotada de una inteligencia que le permite saber y distinguir el bien del mal con un sexto sentido que no le falla. 
Mujer: la persona más enérgica e incansable, destacada por su capacidad multitarea en función de lo que la rodea; capaz de coordinar y armonizar su entorno familiar, laboral y de crecimiento personal de manera eficaz.  ¿Has visto que la mujer no tiene problema para levantarse a la hora que sea de la madrugada para atender a sus hijos recién nacidos, al enfermo, o a preparar almuerzo si es necesario a las tres de la mañana con el fin de despachar a su conyugue para su día laboral?  
¿Quién entre los hombres podría tener un umbral tan alto para resistir el dolor? Y sin embargo, a pesar de tener esa resistencia tan alta al dolor, son tan comprensivas y tan dadas a entender las flaquezas del hombre, las dolencias y los desaciertos del ser humano.  Socialmente pueden ver con facilidad dónde falta atención y se compadecen del sufrimiento ajeno de manera maternal, no con lástima y desdén, sino con el deseo de actuar en pro de la solución.  Así es la mujer.  
¿Quién no podría hallar estas cualidades en su pareja, en su mamá o en su hija? Habría que estar totalmente desconectado del mundo moderno que nos rodea para no admirar a ese ser que con solo su sonrisa puede hacer feliz al esposo, al padre, o al hijo.  
Hoy, es hora de reconocer en la mujer su capacidad de gestión, de impactar a la sociedad con su esencia, de actuar de manera transparente, imparcial, idónea e inmanipulable porque la inspira su don de ser y su instinto de protección por los demás.  Por su humanidad, urbanidad y humildad, hay que darles a ellas la oportunidad de ser quienes desean ser, llegar a dónde quieran llegar y amar a quien deseen amar.   El afecto hacia una mujer, no solo se demuestra al protegerle, sino al respetar su derecho a vivir, a ser, y a amar con toda libertad.   La violencia en contra de la mujer, de cualquier índole… físico, laboral, o sicológico, derivado del bullying cibernético, radial o cualquier otra índole; no puede ser jamás una tendencia de la moda, de los tiempos, ni mucho menos una bandera ideológica.

Fuente: publicado primero en el periódico “El Tabloide" de Tuluá (Oct-2.015).  Valle del CaucaColombia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario